Las actuales súper-computadoras se manejan en el orden de los petaflops, superando los 1,000,000,000,000,000 de operaciones de punto flotante por segundo. El paso siguiente se llama Exascale-Computing, prometiendo al menos mil veces mejor rendimiento que las máquinas funcionando el día de hoy.
Para llegar a este nivel, el Departamento de Energía de Estados Unidos entregó a AMD la suma de USD$12.6 millones, para que dicha compañía realice investigaciones en torno al súper-cómputo de próxima generación, dinero que será dividido en dos partes: USD$9.6 millones para investigación en torno a procesadores centrales y USD$3 millones para generación en torno a memorias.
Esta inversión del Gobierno de Estados Unidos servirá no sólo para súper-computadoras de uso acotado, sino que las tecnologías y conocimientos que AMD adquiera gracias a esta inyección de efectivo servirán para ser aplicados en modelos propios, partiendo por la serie de CPUs Opteron para servidores.