Su nombre es Grady Hofmann, tiene ocho años y vivió dos meses como un robot para poder seguir en contacto con su familia y amigos. El niño debía someterse a una cirugía compleja, ya que necesitaba un transplante de médula ósea, debido a lo delicado de su tratamiento debieron aislarlo en una habitación. Producto de ello, sólo podían ingresar los médicos y familiares cercanos.
La familia se dio cuenta que su hijo estaba pasando por un mal momento, por lo que decidieron regalarle un robot para que pudiera estar virtualmente junto a ellos las 24 horas del día. El robot cuenta con una cámara y un micrófono, los cuales eran controlados por Grady desde un computador. Esto logró que el niño pudiera compartir con su familia a pesar de su condición.