Un grupo de especialistas de las universidades de Harvard y Northeastern desarrollaron un robot abeja con la capacidad de polinizar flores, tal cual lo haría una abeja natural, con el objeto de ayudar a revertir la drástica disminución de la especie a nivel planetario.
El proyecto, cuyos orígenes se remontan al año 2009, no sólo intenta emular el comportamiento de la abeja a nivel individual, sino que busca hallar los patrones de conducta exclusivos y determinantes de cada tipo de enjambre. Cotidianamente, las abejas que conforman las distintas colmenas deben sortear todo tipo de dificultades naturales, a las que se suman los factores derivados de las conductas humanas, especialmente las agresivas prácticas de la industria agricultora moderna.
Según los estudios más recientes, solamente en territorio norteamericano, el número de colonias apícolas está disminuyendo a tazas dramáticas, alcanzando un 30 por ciento de mortalidad anual. Esta disminución sostenida sólo podría derivar en un abrupto colapso ambiental. Se espera que, entre muchos otros objetivos, además de realizar tareas de polinización sobre árboles frutales y otras especies estratégicamente contempladas por el proyecto, los diminutos robots puedan ayudar en tareas de búsqueda y rescate en caso de catástrofes naturales.
