En Alemania, comenzó a operar una nueva red inalámbrica de alto rendimiento, capaz de lograr transmisiones de datos a una velocidad de 100 gigabits por segundo, es decir, casi unas 2 mil veces más rápidamente que las redes inalámbricas convencionales.
Se trata de la primera red inalámbrica de quinta generación y opera en una frecuencia de 237.5 GHz, cubriendo una distancia de hasta 20 metros en línea de visión directa. Es un prototipo inicial, del cual, seguramente y con el correr del tiempo, nacerá el próximo estándar de redes Wi-Fi.
La red fue creada por expertos del Instituto Tecnológico de Karlsruhe en colaboración con la Universidad de Heidelberg, aprovechando la señal resultante de una modulación entre las diferentes frecuencias de dos láseres sobre un fotodiodo. Por otro lado, se trabajó en un receptor adecuado, basado en un circuito integrado monolítico de ondas milimétricas, equipado con novedosos amplificadores de ondas Tera Hertz y una antena convencional.