Literalmente es la falta potencial de señales inalámbricas para la gran demanda mundial de este tipo de telecomunicaciones. Todo se complicó y salió a la luz en el 2012, cuando Londres afrontó por primera vez la posibilidad real de que su red de comunicaciones fallara por un exceso de carga en la cantidad de dispositivos ya que el espectro electromagnético de los países no es un recurso ilimitado y necesita ser regulado.
Durante los Juegos Olímpicos de ese año, el regulador de las comunicaciones británicas, Ofcom, tuvo que acceder a la parte del espectro militar para para asegurar que el audio, el video y los sensores no fallaran cuando los atletas cruzaran la meta final. Esto tiene una única razón que afecta nuestras comunicaciones y no es más que la demanda excesiva por los datos, desde comunicaciones vía Internet, telefonía, cable, vía satélite y las diversas maneras que tenemos basada nuestra tecnología para mantenernos comunicados o suplir nuestra demanda por datos en general.
El mayor problema es que todos los días, millones de equipos usan el espectro de radio para enviar y recibir datos. Cuando este espectro fue dividido en un principio entre diferentes usuarios, las autoridades lo hicieron como si fuera un terreno baldío.
Las franjas fueron asignadas para diferentes usos, incluyendo radio, televisión, navegación astronómica, servicios de orientación marítima y aeronáutica, comunicación militar y, por supuesto, telecomunicaciones.
Por lo que en cualquier momento si esto no es regulado o llevado a un plano mas organizado, todo se vera cada vez más lento, colapsos masivos y uno que otro problema en la entrega de datos e información que en el momento puede ser necesaria.
Fuente y Art. completo. BBC