Científicos del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT) anunciaron el desarrollo de un robot autónomo que fluye y se mueve a través de las aguas tal como lo hace un pez normal.
Este robot además es suave por fuera y puede cambiar de dirección en pocos segundos, casi tan rápido como un pez normal.
Este robot pertenece a la categoría de los “blandos”, un área de la robótica que tiene varias ventajas, como que el riesgo de colisión plantea poco peligro para el robot o el medio ambiente.
De hecho, “en algunos casos, es realmente ventajoso para estos robots chocar, ya que pueden utilizar estos puntos de contacto como medio para llegar a su destino más rápido”, dice Daniela Rus, una de los investigadoras que diseñaron y construyeron esta máquina.
Además, como su cuerpo se deforma continuamente, se amplían las posibilidades de configuración, algo que no se puede lograr con las máquinas articuladas.
El robot?pez está hecho de caucho de silicona y se puede mover gracias a que en su abdomen tiene un recipiente con dióxido de carbono, que se va liberando de a poco. Cuando esto ocurre, se genera la flexión de la cola en la dirección opuesta.
Se espera que las versiones futuras de estos robot puedan nadar de forma continua durante unos 30 minutos. Par ello, utilizará agua bombeada en lugar de dióxido de carbono para inflar los canales.
