Sistemas Solares: órbitas planetarias diferentes

sistemas-solares

En nuestro sistema solar, los planetas pequeños como Mercurio y Venus orbitan al Sol de una distancia muy cercana, mientras que otros más grandes como Júpiter tienden a estar más alejados. Pero otros sistemas solares no juegan con nuestras reglas.

Planetas grandes que orbitan sus estrellas muy de cerca, algunos a una décima parte de la distancia entre la Tierra y el Sol, son conocidos como “Júpiter Cálidos” (llamado así porque tienen una masa similar a la de Júpiter). Y a diferencia de los planetas de nuestro sistema solar, algunos de estos planetas tienen órbitas elípticas inusuales.

Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, se propusieron descubrir cómo los denominados “Júpiter cálidos” llegaron a tener órbitas tan cercanas a sus estrellas reinantes, y si la respuesta tiene algo que ver con sus órbitas elípticas.


Los investigadores realizaron más de 1.000 simulaciones para observar los movimientos de estos “Júpiter cálidos” en relación con los otros planetas en sus sistemas solares. Ellos descubrieron que los grandes planetas que orbitan más lejos fueron capaces de acercarse hacia sus estrellas en ángulos orbitales sorprendentemente nítidos, aproximadamente de 35 a 65 grados, lo que les permiten ejercer una fuerza gravitatoria sobre sus compañeros de su sistema creando sus inusuales órbitas elípticas.

“Tenemos suerte, ingenuamente esperábamos que todos los planetas mantenga un orden similar a nuestro sistema solar, en el que todos están orbitando en el mismo plano que los demás”, dijo Rebeca Dawson, autor principal del estudio, que fue publicado en la revista Science. “Así que encontrar esto es sorprendente en poblaciones de planetas que tienen una diferencia muy significativa en sus planos orbitales.”

Las órbitas de los planetas extra-solares gigantes tienen a menudo sorprendentemente pequeños semiejes mayores, grandes excentricidades, o desajustes graves entre sus órbitas elípticas y ejes de giro en relación a sus estrellas anfitrionas. En algunos escenarios de formación que invocan oscilaciones Lidov–Kozai,  lo que en mecánica celeste se refiere a la órbita de un satélite que está perturbado por otro cuerpo que órbita más lejos. Debido a la perturbación, la órbita del satélite experimenta un intercambio periódico entre su inclinación y su excentricidad.

fuente: NyTimes / Sciencemag

Lino Cisterna

CEO&Founder RevistaProware.com Aficionado a las Ciencias & Tecnologías, Física Teórica, (G)Astronomía, Sociología, Psicología, Teorías de Tecnologías (AAT).

Agregar un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *