El uso de un par de gafas de realidad aumentada en un infante de marina en el campo de batalla realizando trabajos de inteligencia de señales (SIGINT) especialista en monitorea el tráfico de Internet mientras está acostado en el suelo, y su rifle de asalto apuntando a un edificio cercano.
Todas las estadísticas vitales en el heads-up display, la frecuencia cardíaca de los integrantes de equipos, un ratón montado en el guardamanos de su M-16, el especialista SIGINT hace clic en silencio abierto el canal de video de la cámara montada en la cabeza del hombre clave. Un convoy de camionetas enemigas se dirige directamente hacia el pelotón.
Este podría ser un relato que prontamente podríamos leer en los periódicos de noticias internacionales.
Las gafas ya han sido demostradas en ejercicios cyber-inteligencia en noviembre del pasado 2014, además de enero y marzo de este 2015. Las versiones modificadas de los X-6 realizados por el Osterhout Design Group con sede en San Francisco (ODG), y las gafas ONR que permiten a los soldados utilizar SIGINT para monitorear una variedad de formas de onda de los enemigos y las misiones en el campo de batalla, lo que indica el tráfico de Internet, 2G / SMS, VHF / push-to-talk sistemas de radio y comunicaciones por satélite en tiempo real.
La herramienta surgió de la reunión de reflexión entre el modelado marino y expertos en simulación, La Major Cristina Fitzpatrick y un instructor de señales de inteligencia, Sargento Nicolás Lannan, quien sirvió dos giras en Afganistán, descubrió que no podía controlar su dispositivo Android y mantener un arma al mismo tiempo. “Estaba patrullando con una unidad de infantería, y solía sobresalir la luz del equipo además de un pulgar dolorido”, dice Fitzpatrick. “Él tenía el dispositivo Android, además de diferentes sistemas de antenas que salen de su mochila. Así que hablamos una gran variedad de equipos y si hubiera tenido un heads-up display, se podría sostener un sistema de armas, y mantener la cabeza en el campo de batalla, y aún así obtener algún flujo de datos “.
Aún así, dice Fitzpatrick los lentes de Realidad Aumentada de 1,5 GHz de doble núcleo, todavía estan a varios años de preparación para el campo de batalla real, principalmente debido a los rigores físicos de la batalla. Las gafas no son totalmente a prueba de agua, puede ser difícil de leer cuando el soldado se mueve entre la luz del sol y la sombra de un edificio, y no podrán sobrevivir siendo maltratado.
“Para un hombre vestido de civil un entorno normal se podrían Aceptar. Pero en un ambiente militar, donde podrían ser pisados o se han caído al correr no durarían mucho, y son prototipos que cuestan más o menos $ 20.000 dólares cada uno”, Dice Fitzpatrick. “Cuando hablamos con MARSOC (El Marine Corps o Comando de Operaciones Especiales), que están muy interesados ??en los datos del espectro que puedan entregar las gafas de Realidad Aumentada R-6 en el campo de Batalla. Pero ellos dijeron: “Si alguien me está disparando, la primera cosa que estoy haciendo es apuntarle a ellos y debe ser sin distracciones!”
Pete Jameson, director de operaciones de ODG, señala que las gafas de Realidad Aumentada R-6, están disponibles en el mercado por menos de 5.000 dólares, tienen un sensor de luz ambiental y escudos fotocromáticos intercambiables para el manejo de deslumbramiento por exceso de luz directa.
“Las gafas tenían que pasar las normas de especificaciones militares”, dice Jameson. “Son bastante robustos, pero en situaciones de la vida real, tenemos muy pocas alternativas para que sea un dispositivo que resista todo el debate del campo.” Aún es necesario mayor desarrollo de estos dispositivos, para que tengan una mejor adaptación en diferentes terrenos y situaciones.
