Durante décadas, el diseño de aeronaves se ha centrado en un compromiso central, que no es muy complejo, si un vehículo aéreo quiere volar rápido, se necesita un cuerpo plano muy aerodinámico que corte a través del aire y genere menor resistencia para alcanzar mayor velocidad de desplazamiento, pero si se quiere despegar y aterrizar verticalmente, necesita rotores y un cuerpo no tan elaborado.
Despegue Vertical y aterrizaje es el tipo de habilidad que por lo general viene con una etiqueta de precio de miles de millones de dólares, al igual que en el F-35B o del V-22. Pero los nuevos aviones no tripulados o Drone pueden ofrecer esa capacidad a una fracción del costo de un avión de combate de alta tecnología controlado por un piloto humano, como es el caso del Drone de ala y hélice de Sony, VTOL UAV de Aerosense.
Un par de hélices de contra-rotación centradas en el interior del fuselaje del Drone entregan la capacidad de despegue y aterrizaje vertical por unos pocos cientos de dólares, luego al tomar la altitud requerida en el vuelo, estas pueden rotar e impulsar al avión hacia adelante.
Hecho por Aerosense, una empresa de colaboración entre Sony y ZMP Inc., se espera que el avión no tripulado o Drone pueda volar a velocidades de hasta 100 kilómetros por hora durante más de 2 horas, mientras que las cámaras que lleva u otras cargas que pesan hasta 22 libras, algo así como 10 kilos.
La idea es desarrollar un avión no tripulado para los clientes de negocios. Por ejemplo, un vehículo como éste podría llegar a despegar desde la parte trasera de un camión y luego inspeccionar millas y millas de tuberías, o fronteras, o mantener perímetros de vigilancia en grandes espacios.
