“El problema han sido las palabras. No tenemos intención de vender las fotos. Estamos revisando los términos de uso de Instagram”. Estas son algunas de las conclusiones del comunicado que ha colocado en su blog el cofundador de la empresa, Kevin Systrom, para salir al paso de las protestas contra Instagram, por obligar a sus usuarios a firmar una cláusula que les permite comercializar sin más permisos fotos y perfiles de la gente.
Con el sugerente título de “Gracias, y los estamos escuchando”, comienza el post de Systrom, que dice así: “Ayer presentamos una nueva versión de nuestra Política de Privacidad y los Términos de uso que entrarán en vigor en treinta días. Estos dos documentos ayudan a comunicar con la mayor claridad posible nuestra relación con los usuarios de Instagram para que entiendan cómo sus datos se utilizarán, así como las normas que rigen la comunidad de Instagram, próspera y activa. Con estos cambios, hemos escuchado fuerte y claro que muchos usuarios están confundidos y molestos por lo que los cambios significan.
