El “jefe promotor de tecnología” de Google, Michael Jones, recientemente hizo una declaración asombrosa y audaz. “Efectivamente, la gente de hoy en día es aproximadamente unos 20 puntos de CI (coeficiente intelectual) más inteligente gracias al buscador de Google y a sus mapas”, le dijo Jones a la revista Atlantic y añadió:”Ellos no le dan crédito a Google por eso, lo que está bien; piensan que son más inteligentes porque pueden contar con esas herramientas”.
Jones es uno de los cerebros más originales detrás de Google Mapas, una herramienta cuyas últimas innovaciones incluyen algunos de los primeros mapas detallados de Corea del Norte. Como tal, está capacitado como pocos para justificar esa frase.
Según él, a través de estas herramientas tecnológicas, una “suerte de inteligencia extra está llegando a las personas”.
Y está siendo distribuida de una forma tan fluida que la mayoría de la gente sólo nota su existencia cuando algo no funciona. En ese momento “sienten como si un quinto de su cerebro fue extirpado”.
Pero, ¿Realmente lo es?
Ir, a la biblioteca, revisar y leer un libro, buscar información por iniciativa propia, realizar informes y dibujar mapas, copiarlos desde una enciclopedia, etc, todo esto a quedado atras y el uso de internet para los más pequeños es una herramienta útil o limita su desarrollo.
Varias veces hemos sitado en RevistaProware como la tecnología tiene una letra chica, que dice que es una herramienta útil y necesaria para personas ya desarrolladas y con criterios, es por esto que los dichos del jefe de promoción de tecnología de Google puede que sea no más que eso, Un muy buen promotor, ya que muchos estudios psicológicos entregan a lso padres la responsabilidad de la educación de los hijos respecto al internet y la tecnología.
El desarrollo cognitivo ha significado el transcurrir de centenas de miles de años; las capacidades cognitivas (los procesos tales como la memoria, la atención, el lenguaje, percepción, la solución de problemas o inteligencia y la planificación) involucran funciones cerebrales sofisticadas únicas. Más aún, éstos involucran los llamados procesos de control, como por ejemplo los que se utilizan cuando se persigue una meta y se requiere impedir las diferencias del ser humano, pero todo esto lo remplaza solo con saber una sola cosa, “escribir lo que necesitas en el buscador de Google” creando así una dependencia constante.
