De el Test de Turing hacia la Singularidad

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En una competición en junio, un chatbot llamado Eugene engañó a un grupo de jueces humanos encargados de realizar el test turing dándoles a cree que era un adolescente de ucraniana. Los jueces elogiaron al software siendo la primera vez que una máquina pasaba la prueba con un porcentaje sobre 30%, que es una medida sagrada de la inteligencia artificial propuesta por el informático Alan Turing en 1950.

En si el test de turing es una prueba que consiste en un desafío de múltiples preguntas emitidas por un juez situado en una habitación, una máquina y un ser humano en otra. El juez debe descubrir cuál es el ser humano y cuál es la máquina, está para los dos mentir al contestar por escrito las preguntas que el juez les hace. La tesis de Turing es que si ambos jugadores eran suficientemente hábiles, el juez no podría distinguir quién era el ser humano y quién la máquina.

La primera vez que un juez confundió a una máquina con un humano fue en el año 2010, cuando el robot Suzette, de Bruce Wilcox, superó la prueba. Luego en junio de 2014, el bot de chat Eugene Goostman, que participaba en un concurso celebrado en la Royal Society para conmemorar el 60 aniversario de la muerte de Turing, ganó al conseguir que el 33% de los jurados del concurso creyesen que Goostman era humano.

La victoria de Eugene fue de corta duración, ya que en pocos días después, los investigadores de AI habían despedido logro del chatbot como una colección de respuestas enlatadas o predefinidas que eran sarcásticas y no delimitaban mucha claridad. Luego tomaron la misma prueba de Turing modificando su proceso como una especie de juego de salón existencial, donde la prueba le pide a un humano y una máquina responder a las preguntas de los interrogadores de manera remota. Un equipo confundido con una persona demostraría que la maquina había desarrollado la capacidad de imitar nuestros propios procesos de pensamiento.

Todo eso suena bastante bien, pero “la gente es fácil de engañar”, dice Ernie Davis, científico informático en la Universidad de Nueva York. “Estamos acostumbrados a la suposición segura que quien está hablando con nosotros es en realidad una persona inteligente.” Así los oficiantes humanos probablemente asignan al equipo el beneficio de la duda. Además, los chatbots menudo ocultan su falta de razonamiento con sarcasmo y pasar por un ser meramente despistado.

Por ejemplo, el futurista Ray Kurzweil científico especializado en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, una vez preguntó a Eugene, “Si tengo dos canicas en un bol y añado dos más, ¿cuántas canicas están en el cuenco ahora?” “No demasiado”, escribió Eugene. “No te puedo decir el número exacto; Se me olvidó. Si no me equivoco, todavía no me dijiste dónde vives “.


“Estamos acostumbrados a la suposición segura que quien está hablando con nosotros es en realidad una persona inteligente.” De esa manera, la prueba de Turing no fomenta el desarrollo de máquinas con inteligencia adaptativa, a nivel humano. En su lugar, se expone nuestra propia credulidad, y genera programas cuya innovación mayor es el uso táctico de incongruencias sarcásticas y encanto manipulador dando espacio a la duda.

La dura crítica del más famoso punto de referencia de la inteligencia artificial se produce en un momento en que el interés y la inversión de las empresas se encuentra en el campo de daños masivos. Google adquirió recientemente la firma AI Deepmind por $ 400 millones, y no sólo esta empresa, si no que adquirió la mayoría de las empresas top en desarrollo de robótica e inteligencia artificial, e IBM está invirtiendo la gran suma de mil millones de dólares en su sistema Watson.

No olvidemos que hace muy poco tiempo Google presentó a Knowlege Vault, un súper cerebro desarrollado con IA propia para aprender de toda la internet, incluso, presentando este en funcionamiento.

Algunos podrían decir que el campo de la inteligencia artificial no necesita de la prueba de Turing y que deberíamos dejar que las máquinas creen su propia inteligente en sus propios términos robóticos y dejar que evolucionen como un ser basado en la tecnología, pero la ciencia ficción de Hollywood nos ha llenado de dudas y temores sobre las máquinas que piensan, dando como resultado la inevitable la superación de la rasa humana una vez que las maquinas comiences a crear maquinas, dando paso a la “Singularidad

El evento denominado Singularidad Tecnológica (también conocido simplemente como “La Singularidad”) es un acontecimiento futuro en el que se predice que el progreso tecnológico y el cambio social se acelerarán debido al desarrollo de inteligencia sobrehumana, cambiando nuestro entorno de manera tal, que cualquier ser humano anterior a la Singularidad sería incapaz de comprender o predecir. Dicho acontecimiento se ha nombrado así por analogía con la singularidad espaciotemporal observada en los agujeros negros, donde existe un punto en el que las reglas de la física dejan de ser válidas, y donde la divergencia hacia valores infinitos hace imposible el definir una función.

El tiempo que resta antes de que se llegue a ese fenómeno se acelera con la utilización de máquinas para apoyar tareas de diseño o mejoras de diseño de nuevas máquinas donde la inteligencia artificial tiene la ventaja de la toma de decisiones por sobre los humanos.

Lino Cisterna

CEO&Founder RevistaProware.com Aficionado a las Ciencias & Tecnologías, Física Teórica, (G)Astronomía, Sociología, Psicología, Teorías de Tecnologías (AAT).

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