Tecnología del Futuro: Ciudades Verticales

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Del concepto Ciudad nos viene a la mente, una paseo peatonal muy conglomerado y saturado de gente con diferentes direcciones, atochamientos vehiculares, contaminación y muchos rascacielos y edificaciones que tapan la vista del horizonte, esta podría ser la visión de muchos frente a una urbe de gran tamaño demográfico y ha sido asi durante siglos y siglos que los humanos hemos desarrollado estructuras de viviendas y trabajo, creando un entorno citadino.

Edificios auto-sustentables y capaces de producir energía, casas moleculares y orgánicas, elevadores multi-direccionales, granjas verticales que producen alimentos frescos a cualquier hora y en cualquier lugar, autos que agilizan el tráfico e impiden los accidentes, equipos médicos que ayudan a tratar sin contratiempos ni dolor todos los órganos del cuerpo; y sistemas de telepresencia tridimensionales que eliminan la necesidad de viajar.

La población mundial a lo largo del siglo XX y principios del XXI se está concentrando en las ciudades que ya acogen a la mitad de los habitantes del planeta y se estima que en el 2030 lo hagan con el 60%.

Si bien el concepto implica un desarrollo arquitectonico superior y resistentes a los debates naturales, ha estado en mente de muchos arquitectos la idea de las Ciudades Verticales, La tendencia de las grandes ciudades del planeta a crecer de manera vertical responde a varios factores. Uno de ellos es el vertiginoso aumento de la población mundial, que en los últimos 100 años ha pasado de poco menos de dos mil millones de pobladores a más de siete mil millones en el 2011. Para el 2050 se espera sobrepase los nueve mil millones.

Por otra parte, la composición de esta población ha cambiado drásticamente. Cada vez son más las personas que residen en núcleos urbanos y para el 2050 se tiene proyectado que el 75% de la población mundial resida en ciudades, lo cual traerá consigo una mayor demanda de vivienda e infraestructura relacionada con los servicios básicos y la movilidad.

Ciudad Vertical en el Sahara

Las edificaciones dentro de las ciudades verticales contarán con una gran cantidad de servicios en su interior. Centros comerciales, espacios de entretenimiento, áreas deportivas e instituciones educativas se encontrarán dentro de los mismo edificios destinados a la vivienda. Para que un edificio se convierta en rascacielos se requiere del límite inferior de unos 500 pies (152.5 metros) de altura.

vertical-city-saharaLa firma de arquitectura francesa, OXO Architectes, se ha propuesto construir una ciudad vertical en el desierto del Sahara, con una forma similar a una pierda.

El proyecto, nombrado City Sand Tower, ha sido descrito como una torre de usos mixtos, pero debido a su extensión y funcionalidad sería más correcto utilizar el término arcología, término que fusiona la arquitectura y ecología, y se refiere a un híbrido entre una ciudad y un rascacielos.

Con una altura superior a los 420 metros, la torre tendrá un total de superficie útil de 77 hectáreas e incluirá oficinas, viviendas residenciales, hoteles, tiendas, restaurantes, un museo, instalaciones deportivas y amenidades recreativas.  El diseño exterior de la torre incorporará fachadas angulares con materiales para dar sombra y sensores calibrados para aprovechar el sol del desierto, colectando energía solar al mismo tiempo que enfrían el interior.

Una Ciudad Submarina

Una ciudad submarina, capaz de albergar a 5,000 personas y ser completamente sustentable, parece un concepto de ciencia ficción. Sin embargo, es el nuevo objetivo de la empresa de construcción japonesa Shimizu Corp. Se estima que el proyecto tardaría cinco años en completarse, con tecnología que estará disponible en 15 años.

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La estructura estará dividida en tres secciones: una esfera justo debajo de la superficie del mar con un diámetro de 500 metros albergará la zona residencial, con comercios y hoteles. Una cápsula estará conectada a un espiral de 15Km que descenderá al lecho marino, donde se localizará una “fábrica” que almacenará recursos energéticos del fondo del mar.

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Dentro de la fábrica, se utilizarán microorganismos que transformarán el dióxido de carbono en metano, generando energía. Generadores a lo largo del espiral utilizarán las diferentes temperaturas del agua para generar energía adicional, mediante un proceso denominado conversión de energía térmica oceánica, y agua desalinizada gracias a la presión hidráulica será bombeada dentro de la esfera residencial.

La idea detrás del ambicioso proyecto surge ante la amenaza que representa el creciente nivel del mar a las islas de Japón, donde los habitantes corren el riesgo de grandes terremotos y tsunamis. Shimzu espera que esta ciudad subacuática ecológica atraiga fondos del gobierno nipón, así como de inversionistas privados. El presupuesto estimado es de 16 mil millones de euros

Dentro del perímetro de la estructura los arquitectos planean crear una torre interna que cumpla la función de granja vertical, protegiendo a la vegetación del clima desértico. En la cima de la estructura, habrá una estación de investigación meteorológica y un observatorio astronómico.

Granjas Verticales


Tras el terremoto del 2011 y el tsunami subsecuente que sumió a Japón en crisis, hubo una fuerte escasez de comida. El empresario Shigeharu Shimamuratomó una fabrica que fue abandonada tras el desastre y la convirtió en la granja de interior más grande del mundo.

vertical farmingUtilizando tecnología de punta, su compañía crece 10,000 lechugas al día en las instalaciones de 2,300m2 . Esto hace que la producción sea 100 veces más productiva por metro cuadrado que la agricultura tradicional, utilizando el 40% menos de energía, 80% menos desperdicio de alimentos y 99% menos agua que los campos al aire libre. Es vertical porque se trata de producir más cultivos usando un terreno más pequeño, lo que por lo general significa que el cultivo va a realizarse en los edificios. Normalmente esto significa que, en lugar de tener una sola capa de cultivos sobre una gran superficie de tierra, se tienen hileras de cultivos que van hacia arriba. Esto también se ha relacionado con la producción de alimentos en las ciudades y con la agricultura urbana.

La agricultura vertical produce un aumento en el rendimiento de los cultivos sin aumentar la superficie de tierra destinada para los cultivos. Si pudiéramos mover un poco de esa tierra desde el campo a la ciudad y producir un poco de esos alimentos cerca de donde existen altas concentraciones de población, entonces podríamos tener un impacto real. Las personas también quieren hacer esto, ya que pone el suministro de alimentos bajo el control de las personas que viven en las ciudades.

La belleza de las granjas verticales es que se puede ir tan alto como se quiera, si se dispone de un sistema que funcione de manera eficiente. El único riesgo que se corre es llevando las cosas que las plantas necesitan, tales como el agua y los nutrientes, hasta donde ellas se encuentren. Y también se necesita una forma de sacar el producto de manera eficiente.

La impresionante productividad se ha conseguido manipulando los ciclos día y noche de las plantas. Utilizando LEDs desarrollados a medida por General Electric, los científicos han conseguido acortar el ciclo de la lechuga a tal extremo que crecen dos y media veces más rápido. Además de la iluminación utilizaron otros sistemas que afinan factores importantes como humedad y temperatura.

Actualmente sólo la mitad del proceso ha sido automatizado, las maquinas hacen parte del trabajo pero la recolección es manual, la compañía espera tener robots de cosecha en un futuro. La productividad también aumenta no solamente con una mayor producción, sino disminuyendo los desperdicios del 30% en la siembra de exterior a un sorprendente 3% en éstas instalaciones.

Lo que hace que el prospecto sea tan interesante es que es un diseño autónomo que puede ser implementado en cualquier lugar. Una vez que tienes la tecnología puedes transferir las operaciones a cualquier parte del mundo y ya han anunciado la implementación en otros países como Hong Kong.

Conforme los costos de la instalación de una granja de interior, probablemente surgirán más proyectos similares. Este tipo de cultivo esta pensado para ciudades con una alta densidad poblacional, en donde los precios de bienes raíces sean elevados.

Para brindar energía a la estructura gigante, los desarrolladores proponen un sistema autosostenible utilizando paneles solares y energía geotérmica. El agua de lluvia será recolectada y reciclada, para convertirla en vapor para los generadores y utilizarla en la irrigación de la granja vertical.

Ventajas de las ciudades verticales

El crecimiento de la población mundial se ha acelerado en las últimas décadas. Si en 1900 se contabilizaban 1.250 millones de habitantes, en 2000 se llegaba a los 6.000 millones y se estima que en 2050 se alcanzarán los 9.000 millones. Muchas de estas personas vivirán en ciudades, cada vez más superpobladas y con mayores problemas de habitabilidad. El consumo energético y de recursos naturales se incrementará, al igual que la huella ecológica que recuerda el deterioro del medio ambiente.

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Por ello, algunos arquitectos proponen el concepto de ciudades verticales. En vez de invertir en metrópolis que cubren cada vez más superficie natural, la idea sería construir gigantescos rascacielos con todos los servicios propios de una urbe clásica: viviendas, oficinas, centros comerciales y de ocio, polideportivos, jardines, sistemas de transporte, etc.

Una ciudad vertical ahorraría hasta un 75% de energía y reduciría hasta en un 90% las emisiones contaminantes El medio ambiente y los ciudadanos de estas ciudades saldrían beneficiados de muy diversas maneras, según sus defensores. Una ciudad convencional de tipo horizontal de 100.000 habitantes ocupa una extensión de unos cuatro kilómetros de diámetro. Por su parte, una ciudad vertical con los mismos ciudadanos utiliza un área de un kilómetro de diámetro. La superficie no urbanizada podría por tanto devolverse a la naturaleza.

El consumo de los recursos naturales como el agua es mucho más eficiente en una construcción vertical. Así lo demostraba un estudio de varios profesores españoles expertos en gestión de agua y riesgos naturales. Las aguas grises o el agua de la lluvia también se podrían reutilizar y reducir así el gasto de este elemento cada vez más escaso.

Las diversas energías renovables, como la solar, la eólica, o la geotérmica, podrían aprovecharse de tal manera que reducirían su dependencia energética de fuentes no renovables y contaminantes, como el petróleo. Algunos diseñadores hablan incluso de crear edificios de energía cero, de manera que cubrirían todas sus necesidades energéticas.

El transporte sería otro de los elementos de mejora. Se estima que en una gran urbe un ciudadano gasta una media de entre dos y cuatro horas diarias en desplazamientos laborales. Los defensores de estas construcciones futuristas calculan que los consumidores ahorrarían hasta un 75% de energía y reducirían hasta en un 90% las emisiones contaminantes. En las ciudades verticales, los trabajadores residen cerca de su empleo, al que podrían ir a pie o con algún sistema interno, tipo ascensor o monorraíl eléctrico.

En caso de un incendio o cualquier otro incidente, los servicios de emergencia estarían más cerca. Además, el diseño modular del edificio aislaría la zona en peligro del resto.

Lino Cisterna

CEO&Founder RevistaProware.com Aficionado a las Ciencias & Tecnologías, Física Teórica, (G)Astronomía, Sociología, Psicología, Teorías de Tecnologías (AAT).

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