Hyperloop One, Éxitos en Nevada

Las pruebas de Hyperloop One son cada vez más impresionantes, alcanzan velocidades más rápidas y, en el proceso, nos muestran lo que la tecnología es realmente capaz de cambiar la tecnología actual de transporte de los trenes de rieles y maglev

Shervin Pishevar y Josh Siegel estaban de muy buen humor este fin de semana en el campo de pruebas de Hyperloop One en el desierto de Nevada. El primero, cofundador y presidente de la compañía, el segundo, cofundador e ingeniero jefe, para que pasara un paño al morro del XP-1, la cápsula prototipo con la que realizaron con éxito el test más importante hasta la fecha para un hyperloop. Ambos rieron con satisfacción ante los progresos de este sistema de transporte, que pretende utilizar tubos en condiciones cercanas al vacío para enviar cápsulas en levitación magnética a velocidades inimaginables en la superficie terrestre.

La prueba se ejecutó en un tubo de 500 metros de largo, en el que la cápsula alcanzó una velocidad de 310 kilómetros por hora. El conducto estaba despresurizado hasta un nivel similar al que habría a 61.000 metros de altura sobre el nivel del mar. La cápsula de 8,7 metros de largo, 2,4 metros de ancho y una altura de 2,7 metros aceleró para alcanzar esa velocidad en los primeros 300 metros, y después frenó hasta pararse al final del recorrido.

La realización del sueño de Musk queda todavía muy lejana, pero la prueba del pasado fin de semana sí permite ver luz al final del túnel. Hyperloop One mostró vídeos espectaculares del viaje inaugural de la cápsula, propulsándose a gran velocidad y dejando tras de sí un leve sonido hiriente, como el cuchillo que corta un papel. «Cuando oyes el sonido del Hyperloop, escuchas el sonido del futuro», proclamó orgulloso Pishevar.


Los avances de Hyperloop One son formidables pero, en cualquier caso, con el paso de los ensayos se constata que la realidad del sistema de transporte se aleja de la idea original y revolucionaria de Musk. El Hyperloop se parece cada vez más a un tren muy rápido y menos a la cápsula futurista que ideó el emprendedor estadounidense. Para empezar, el prototipo XP-1 deja claro que la cápsula será mucho mayor de lo que se pensaba al principio. Musk hablaba de cápsulas pequeñas, con sitio para tres personas en línea recta, en tubos también mucho más pequeños que tendrían más flexibilidad para saltar obstáculos orográficos o para instalarse en la mediana de una autopista.

El prototipo que ahora se ha probado se parece más a un vagón de tren convencional o a un autobús, y con un tubo sensiblemente mayor, lo que traerá mayores problemas de construcción. Los ensayos también apuntan a que los tubos no serán un «loop», es decir, un sistema circular. Esa era la idea de Musk, que contaba con el uso de vientos de alta velocidad en una sola dirección y con un complejo sistema de entrada y salida de la cápsula al tubo que parecen haber desaparecido de los planes. Todo apunta a que el hyperloop será lineal, lo que lo hace más parecido a un tren de alta velocidad mezclado con un tren «maglev» -de levitación magnética-. Tampoco queda clara cuál será la velocidad definitiva que alcanzará el sistema de transporte.

La idea de los 1.200 kilómetros por hora es lo que suponía un cambio revolucionario en el transporte terrestre de pasajeros. Pero la compañía no da indicaciones sobre cuál será la punta y qué sistema de propulsión se utilizará para ello. Los 310 kilómetros por hora alcanzados este fin de semana es un progreso considerable -aunque en mayo se dijo que el objetivo era llegar a 400 kilómetros por hora-, pero es la misma velocidad punta de los trenes de alta velocidad convencionales que se utilizan en el resto del mundo en promedio.

Lino Cisterna

CEO&Founder RevistaProware.com Aficionado a las Ciencias & Tecnologías, Física Teórica, (G)Astronomía, Sociología, Psicología, Teorías de Tecnologías (AAT).

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