Saturno es el segundo planeta más grande del Sistema Solar y el único con anillos visibles desde la Tierra. Se ve claramente achatado por los polos a causa de la rápida rotación. La atmósfera es de hidrógeno, con un poco de helio y metano. Es el único planeta que tiene una densidad menor que el agua. Si encontrásemos un océano suficientemente grande, Saturno flotaría.
El color amarillento de las nubes tiene bandas de otros colores, como Júpiter, pero no tan marcadas. Cerca del ecuador de Saturno el viento sopla a 500 Km/h. Los anillos le dan un aspecto muy bonito. Tiene dos brillantes, A y B, y uno más suave, el C. Entre ellos hay aberturas. La mayor es la División de Cassini.
En 2011, los astrónomos notaron una tormenta en Saturno que envuelve alrededor de todo el planeta.
Las Tormentas aquí en la Tierra podrían ser devastadores acontecimientos que pueden durar días y dejar ciudades de rodillas, pero eso no es nada en comparación con las tormentas de Saturno.
Tormentas eléctricas masivas completas con relámpagos y vientos fuertes pueden cubrir un área aproximadamente del mismo tamaño que nuestro planeta y pueden durar meses, o incluso dar la vuelta al gigante de gas en el proceso. Ahora, los científicos creen que han descubierto por qué estas súper enormes tormentas emergen.
La atmósfera está básicamente compuesta por hidrógeno (88% en masa) y el helio (11%); el resto comprende trazas de metano, amoníaco, cristales de amoníaco y otros gases, como etano, acetileno y fosfina. Las imágenes del Voyager mostraron remolinos y corrientes turbulentas de nubes que tenían lugar a gran profundidad en una niebla mucho más densa que la de Júpiter debido a la menor temperatura de Saturno. Las temperaturas de la parte superior de la nube de Saturno están cercanas a -176 ° C, unos 27 ° C más bajas que las de Júpiter en los mismos puntos.
En un nuevo estudio publicado en la revista Nature Geoscience, investigadores del Instituto de Tecnología de California encontraron que las tormentas forman debido a la convección del agua en la atmósfera de Saturno.
La convección también juega un papel muy importante en cómo se forman las tormentas eléctricas en la Tierra. Una tormenta eléctrica se desarrolla cuando vientos cálidos levantan el aire húmedo y se enfría en la atmósfera superior, con el agua que se condensa y cae en forma de lluvia. En la Tierra, unos 16 millones de tormentas eléctricas ocurren todos los años.
En Saturno, que no suceden muy a menudo – sólo seis se han observado en los últimos 140 años, pero cuando ocurren, son espectaculares. Los investigadores ahora creen que la composición de la atmósfera de Saturno (principalmente hidrógeno y helio) hace que las tormentas sean tan infrecuentes. El aire caliente, cargado de gotas de agua, intenta levantarse, pero se ve obstaculizada por el hecho de que el agua es mucho más pesada que los otros elementos presentes en la atmósfera de Saturno, por lo que el proceso de mezcla cálido-frío lleva mucho más tiempo que en nuestro planeta.
El carácter poco frecuente de las tormentas está ligado a su enorme tamaño. En Saturno, las moléculas de agua pesada se quedan sentados en la atmósfera pero no lo suficiente para elevarse por encima de las moléculas más ligeras. Toma mucho tiempo a la atmósfera superior para obtener su refrigeración suficiente para hundirse a causa de las tormentas. Debido a que gran parte de la atmósfera se enfría y se hunde por debajo de la capa caliente más acuosa, el proceso genera una enorme tormenta que dura meses.
“La atmósfera superior es tan fría y tan masiva que tarda de 20 a 30 años para enfriar y poder desencadenar otra tormenta”, autor del trabajo Andrew Ingersoll.
Todas estas alteraciones que están sufriendo distintos planetas o mejor dicho todos los planetas del sistema solar, tiene que tener una causa, y esa es la aproximación del sistema o estrella binaria marrón llamada Nibiru.