La investigación científica IRIS se centra en tres temas de gran importancia para la solar y la física del plasma, el clima espacial y astrofísica, del Sol, con el objetivo de entender cómo interna flujos convectivos actividad atmosférica de energía, El IRIS, que pesa 183 kilos y tiene dos metros de largo, ha sido enviado al espacio a bordo de un cohete Pegasus XL desde la base de la Fuerza Aérea estadounidense de Vandenberg, en la costa central de California. El satélite, diseñado y construido por la corporación Lockheed Martin, orbitará la Tierra y usará su telescopio ultravioleta para obtener imágenes de alta resolución y espectros.
Las primeras imágenes del IRIS mostraron una gran cantidad de estructuras finas, parecidas a ‘fibrillas’, que nunca se han visto antes, revelando enormes contrastes de densidad y temperatura en toda la región observada, informó la NASA.
En las imágenes también se ven manchas que se iluminan y oscurecen rápidamente, y que proporcionan pistas sobre cómo se transporta la energía y se absorbe en esta zona. Los expertos de la NASA creen que las fotos del IRIS ayudarán a los científicos a rastrear cómo la energía magnética contribuye al calentamiento de la atmósfera del Sol.
“Estas preciosas fotos del IRIS nos ayudarán a entender cómo la atmósfera baja del Sol puede alimentar una serie de eventos alrededor del Sol”, señaló Adrian Daw, uno de los responsables de la misión. A finales del pasado mes de junio la NASA lanzó el satélite IRIS para explorar la zona más desconocida del Sol, el limbo. El telescopio, según la NASA, “abrió sus puertas” el 17 de julio.