Realmente los humanos no tenemos una escala de dimensiones aplicable al espacio sideral, nuestro punto de partida y comparación es muy cercano, somos una raza bastante simple en cuanto a mediciones.
No sabemos realmente ni tenemos una idea de las distancias espaciales, ya muchos kilómetros en la Tierra son suficientes para demorarnos horas en desplazarnos de un lugar a otro, pero en la escala del espacio infinito, no somos más que un granito de arena en un gigantesco océano.
En nuestro vecindario tenemos nuestros propios gigantes, y es que la verdad por muy grande que nos parezca nuestro hogar terrestre palidece frene a sus vecinos más cercanos, la imagen superior es una muestra donde se comparan el tamaño de nuestro planeta con otros, luego a los planetas con el sol, luego al sol con otros soles más grandes y finalmente los soles más grandes con esos otros soles aun más grandes.
Ahora como nos vemos frente a otros planetas de nuestro sistema:
Ahora ya tenemos una idea de que tan pequeños somos en nuestro vecindario, por lo menos somos el más grande los planetas pequeños, algo es algo, pero frente a Júpiter con 318 veces la masa de la Tierra esta es tan pequeña que podríamos caer sin problemas en la famosa tormenta roja de este planeta, sería algo así como la imagen a continuación.
Luego tenemos nuestro astro reinante del sistema planetario local, El Sol, que realmente es enorme, incluso Júpiter, el gigante local del sistema planetario, es una pequeña “cosita a su lado”, y la verdad la Tierra no es más que un punto.
En realidad nuestro Sol contiene 99.8% de toda la masa del Sistema Solar, tiene 864,000 millas ( unos 1,392,500 kilómetros) de diámetro. Esto es 109 veces el diámetro de la Tierra, pesa alrededor de 333,000 veces la Tierra. Es tan grande que alrededor de 1,300,000 planetas Tierras podrían caber dentro del Sol.
En un rápido recordatorio de lo pequeño que somos en el universo, sólo echa un vistazo a este vídeo, creado por el diseñador Philipp Dettmer. Te dará la decadencia básica del sistema solar, como lo publicamos en un artículo anterior.
Ahora, Una de las más singulares estrellas que se ubica en el hemisferio austral en la constelación del Can Mayor, denominada VY Canis Majoris, que puede ser visible con pequeños instrumentos desde La Tierra, y los estudios ha demostrado que es una estrella extremadamente grande y luminosa, situada a 4.892 años luz de la Tierra y tiene una masa de unas . Se encuentra expulsando la parte externa de su atmósfera a un ritmo inusualmente grande, creando a su alrededor una compleja nebulosa. El astro transita el final de su vida y es posible que en un futuro próximo, para los estándares astronómicos, estalle formando una supernova. Estas características hacen de VY CMa un objeto de gran interés para los astrónomos, y para que tengan una idea del tamaño de este objeto astral les dejamos una imagen y un video.
Para ayudarles a comprender lo inconcebible del tamaño de esta estrella necesitaríamos echar mano de algunas comparaciones:
– Para recorrer una vuelta completa a nuestro Sol por el ecuador, y a una velocidad de casi 300.000 km/s, la luz tardaría 14,5 segundos, sin embargo, para hacer lo mismo en VY Canis Majoris, necesitaría más de 8 horas.
– Si quisiéramos representar a VY Canis Majoris con un proyector de alta definición, de 1920×1080 píxeles, de manera que cupiese entera la imagen, sería imposible representar al Sol, ya que seria solo un píxel, que es el punto más pequeño que se puede proyectar, y sería más grande que nuestro Sol.
– Su diámetro es tan gigantesco que necesitaríamos poner unos 2.000 soles en línea recta, si ocupara el centro del Sistema Solar, en lugar del Sol, sobrepasaría la órbita de Saturno, por lo que Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, el Cinturón de Asteroides, Júpiter y el mismo Saturno serían devorados por ella.
– Si para dar la vuelta a nuestro planeta por el ecuador, un avión comercial que viaja a 900 km/h. tarda unas 44 horas, para hacer lo mismo en VY Canis Majoris tardaría más de 1.100 años.
– Por último, y reduciendo las escalas hasta algo abarcable para nosotros, si imaginásemos a la Tierra como una bolita de algo menos de 6 centímetros, por ejemplo, una pelota de Golf, y al Sol como una bola de 6 metros y medio, algo esférico, de un tamaño parecido al de un camión de bomberos, VY Canis Majoris tendría el descomunal tamaño de una esfera de casi 13 km de diámetro.
Tras ser conscientes de la existencia de cuerpos de esta magnitud no utilizaremos el famoso dicho de “no somos nada”, en su lugar bien podríamos utilizar una modificación diciendo que “no somos casi nada”.
La verdad es tan masivamente grande y colosal que no se sabe con exactitud que tan grande es, Hay dos opiniones diferentes en relación con VY CMa. Una de ellas (según estudios de un equipo de astrónomos liderado por Roberta Humpreys pertenecientes a la Universidad de Minnesota, y que la han estudiado a través del Telescopio Espacial Hubble y el observatorio W.M. Keula en Hawái) es que la estrella es una enorme y luminosa hipergigante roja, con un radio entre 1800 y 2600 radios solares, en cuyo caso su superficie se extendería, si se la ubicara en el lugar del Sol, más allá de la órbita de Saturno. La otra (en base a los estudios de Massey, Levesque y Plez), es que la estrella es una supergigante normal, con un radio estimado en los 600 radios solares.
… ya estamos claros que no somos “casi” nada, y existe una gran posibilidad encontremos “algo” más grande aún en el Universo que VY CMa.
